sábado, 4 de febrero de 2012

Carlos Saura homenajeado en Algeciras


A escasas dos horas de pasar a sumar un año más en mi vida, alguien sin ser consciente de ello y de quien no sabía nada desde hacia algún tiempo, me llamó para hacerme el último regalo del día. Corría ya en caída libre ese 11 de mayo del 2011, cuando sin saber de la celebración que particularmente yo festejaba, Chus (http://www.chusfeteira.es/chus/Bienvenida.html), una de “las niñas” de Artis Siete, me solicitaba como favor que al día siguiente les cubriese un evento: el acto homenaje, al director de cine aragonés Carlos Saura, dentro de las jornadas “Encuentros de Cine Campo de Gibraltar” que ellas habían organizado.


Como comprenderás tú, si ya me has leído en otra ocasión, no podía ser este el día en el que yo fuese a poner impedimento a las prisas, freno a un nuevo reto, o decir que no. Una vez más, la cosa surgía de forma inesperada y a la vez atrayente. A galope entre el desespero por la premura de la petición, la preocupación por mi desmedido perfeccionismo para cuando los demás me necesitan; así como el titubeo y cuestionamiento de hacer o dejar de hacer aquello que tenía previsto realizar para el siguiente día y que al final también realice, me planteo dudas. Esto, me tuvo paralizado en un primer momento; si bien, puesto ya en faena, todo fue sucediendo con esa cadencia lógica y armoniosa que me acompaña cuando de hacer fotos se trata.
Es Carlos Saura un señor grande de talla; grande por fuera y más, si cabe decirlo por dentro. Con un gran sentido del humor, una exquisita oratoria y una capacidad inmensa para contar su historia y sus vivencias, pero sobre todo con un “arte”, como se suele decir por aquí, igual que el que deja reflejado en su variada y excelsa obra.
Me sorprendieron sus “casuales inicios” en el arte por el que hoy le conocemos, director de cine; sus anhelos pasados por dedicarse a la música, sus primeros pasos en eso de contar historias como fotógrafo, como documentalista. Pero si algo me fascinó más, fue verlo contento e ilusionado no solo por los proyectos ya cumplidos, sino por los que a sus 79 años se planteaba como venideros.
Como regalos, le proyectaron secuencias de su película "Bodas de Sangre" (1981), en la que aparecía Antonio Gades y del que dijo ser alguien “que tenía algo que no había visto jamás en nadie”. Le obsequiaron con una magnífica actuación a cargo del bailaor David Morales y el cante a capela de la voz intensa y desgarrada de Antonio Carrasco; los cuales nos hicieron vibrar y agitarnos en las butacas a los allí presentes. De éstos pendiente queda poner una entrada aparte por aquello de que así se lo merecen. Y como final de acto, se proyectó íntegramente su obra "Mamá cumple cien años" (1979), la cual obtuvo una nominación al Oscar a la Mejor Película Extranjera y el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián.
De aquel encuentro con Don Carlos Saura, un gran señor, como desde ese momento lo veo, me encantó; no solo el acto en sí, sino también el esmero y el cariño con el que se realizó el mismo por parte de Artis Siete (http://www.facebook.com/artis7encuentrosdecine). Por eso, a ellas les digo: "contad siempre conmigo, no dejad de hacerme regalos de cumpleaños como el de aquel día; aunque sea sin que vosotras lo sepáis".

Revisando el texto anterior, después de tanto tiempo pasado para tomar la decisión de subir algunas imágenes de aquel homenaje, comprendo sin haber sido consciente hasta ahora, que lo que acabo y subo hoy, en este momento, tiene poco de “casualidad” y mucho de “causalidad”. Más tiene que ver con eso de los regalos que nos damos y nos da la vida. Detenerme a observar los siguientes hechos, me ha servido para comprobar señales de ello: nueves meses hace que se llevó a cabo aquel homenaje; el cumpleaños mío que se celebraba el mismo día que me hacían la petición; el cumpleaños ayer mismo de quien me pidió cubrirlo, así como el nacimiento también ayer, de una preciosa niña llamada Aina, hija de una prima segunda mía y de la que se algo desde lejos, por aquello de vivir a más de 1200 km (que sería de nosotros ya sin sanGoogle), y el comentario de mi madre recién levantada al mirar por la ventana “que día más bonito”; no hace más que demostrarmelo y por ello maravillarme doblemente. (Chano R. Muñoz)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tras esos arreglos lo hemos conseguido . Estoy muy orgullosa de tí por haber echo este blog las fotos son fantasticas sigue asi. te quiere muchisimo. tu sobrina besos (L) :)

Chus dijo...

Las grácias se quedan pequeñas para reconocer el enorme esfuerzo que esa noche hiciste , además de tu trabajo diario. lo que no sabia y ahí mi ignorancia fué atrevida , es que ese dia se celebraba tu llegada al mundo- que pena no haberlo sabido , lo hubiesemos celebrado con el cariño que nos une- Te debo muchosssss- Eres Genial . Por dentro lo avalo yo, por fuera tus imagenes.

Chano dijo...

Claudia, muchas gracias por tu comentario y por tu colaboración; cosa que como ya te he comentado en alguna ocasión me gusta mucho, mucho que lo hagas. Al final voy a tener que "contratarte" como colaboradora del blog. Un BeZaZo INMENNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNSO

:-)

Chano dijo...

Joder Chus, me dejas sin palaBROS. Desde que nos conocimos, siempre nos hemos profesado mucho cariño; consciente soy de ello y por eso no lo dejaré marchar. Debernos nada, buscarnos tiempos para hacer cosas juntos, para gozar de lo que nos profesamos, sí deberíamos buscar. Bicos

Anónimo dijo...

tito perdon por no poder ver tu comentario no he tenido tiempo con los examenes besos. :)