martes, 26 de octubre de 2010

Niña

Quizá te busquen
porque naciste,
quizá te midan por mujer,
quizá te acosen
porque creciste,
quizá te odien por mujer,
pero no dejes
de ser la niña
que abraza
todo lo que hay en si,
pero no dejes de ver el mundo
como un espacio por compartir.
Quizá te insulten,
quizá no nazcas,
quizá te anulen por mujer,
quizá no llegues
a ser tú misma,
quizá te empujen por mujer,
pero no dejes
de ser la niña
que abraza
todo lo que hay en si,
pero no dejes de ver el mundo
como un espacio por compartir.
(Pedro Guerra)

domingo, 17 de octubre de 2010

Bicos * Besos

Fue durante un acto de homenaje que se hizo en memoria de una joven y querida poetisa fallecida, cuando tuve ocasión de oír por primera vez su voz. Ésta, para mí que no soy habitual lector de poesía, hizo que prestase atención a la que se recitaba en ese momento. Provenía de una chica bajita, para mi desconocida. Su peculiar timbre y la cadencia que ponía al deslizarse por el texto, atrajo mi atención en cada verso, en cada estrofa, en los silencios, en la respiración.
Conforme su voz llenaba la plazoleta, donde el acto se realizaba, me fui embriagando con su musicalidad, su rima y con el sentido que ésta tenía. Y al igual que el flash de una cámara descarga fogonazos que aclaran lo oscuro, recibí destellos de luz que me llenaron de comprensión, de paz, de alegría.
Al final del evento, igual que un niño que mira un juguete tras el escaparate, esperé impaciente, nervioso y expectante el momento de lanzarme al encuentro de la “muñeca” que me había zarandeado por dentro. ¿Tendría ocasión de poder felicitarla por su lectura?, ¿me atendería?, me cuestioné.
Si atrapado quedé con su impresionante voz, con su ritmo, con aquella su lectura; más, mucho más me quedé al contemplar sus ojos. Claros como el cielo, inmensos como el mar, ojos llenos de luz, de energía, de ternura.
Así conocí a Chus, gallega amiga, a la que le he “robado” un poema para que acompañe la foto que expongo hoy. Si de ella quieres saber más, abajo te añado un enlace a su página, seguro que te gustará.


Bicos
Mandeiche bicos cas augas dun rio,
mandeiche bicos de auga dourada,
mandeiche aquelo que os meus ollos veían.
Bebin amor da fonte calada.

Non soupe quedarme fora
de aquelo que me enredaba,
sentime anaco de monte,
sentime area de praia.

Henchin os ollos de verde.
¡Verde que non acabara!
Cheos meus ollos eu levo
de calma neno, de calma.

Non fuxe quen non ten medo,
e eu neno, medo de nada.
Todo virá, virá vindo...
Meniño, o medo espanta.
(Chus Feteira)


Besos
Te mandé besos con las aguas de un río,
te mandé besos de agua dorada,
te mandé aquello que mis ojos veían.
Bebí amor de la fuente callada.

No supe quedarme fuera
de aquello que me enredaba,
me sentí trozo de monte,
me sentí arena de playa.

Llené mis ojos de verde.
¡Verde que no acabara!
Llenos mis ojos yo llevo
de calma niño, de calma.

No huye quien no tiene miedo,
y yo niño, miedo de nada.
Todo vendrá, vendrá viniendo...
Chiquillo, el miedo espanta.
(Chus Feteira)