sábado, 24 de noviembre de 2012

Día internacional contra el maltrato: "Palabras para ellas"

 
 

Mientras el rinrineo del teléfono se hacía notar insistentemente, a trompicones y con la luz apagada fui dando tumbos por el pasillo. Al entrar en el salón, el repetitivo y machacante sonido, había hecho mella en mí. Estresado, aceleré el paso y me lancé a cogerlo antes de que sonara por novena o décima vez. Fue entonces cuando al descolgar el auricular, sin prestar atención a la pequeña mesilla que nos separaba, la fortuna me visitó regalándome un brutal y doloroso golpe en la rodilla. Como pude, y a la vez que me manoseaba como un poseso, contesté con la voz entrecortada:
-          ¿Síííí….?  - el clásico dígame que siempre le acompaña, me lo tragué con lo un quejido y un puchero.
-          Hola amor mío - al otro lado de la línea telefónica y ajena al percance que se había producido, la voz de Chus, sonaba cálida, acogedora y profunda.

Entrecerré los ojos e inspiré fuertemente creyendo que con ello aliviaba el dolor. Sin embargo éste se encontraba en ebullición, manteniéndome perdido entre el sufrimiento y el goce. A mi mente se me vino la absurdez del refran “sarna con gusto no pica”; después de todo, me había dado en el hueso del gusto.
-          ¿Estás ahí? –pregunto
-          ¡Sí, sí, estoy! hola Chus.
-          ¿Te sucede algo?
-          No, no que va...

Tres días antes, Chus (www.chusfeteira.com) me había mandado un correo con un archivo adjunto de uno de sus últimos alumbramientos poéticos.
En él, me pedía que le diese mi opinión, a la vez que solicitaba de mi colaboración para presentar al público a la criatura. Quería que fuese acompañada con una fotografía, y esta decía: "tienes que hacerla tú."
No era la primera vez que Chus me demandaba ayuda. Desde que me auto presenté después de haberla oído recitar sus poemas en la plazoleta de San Isidro; ambos habíamos cooperado el uno con el otro.   Incluso nos habíamos planteado hacer cosas juntos.
Volví a abrir el correo y releímos junto el poema. Le dije lo que opinaba, lo que me trasmitió la primera vez que lo leí, y le pedí que me la leyese. Quería sentir la fuerza de lo escrito  desde su propia voz. Sabía que con ello, aún si cabe más, la poesía se crecería.
Hablamos de como fue la concepción; de la percepción que tuvo un día en una de sus guardia, allá en urgencias donde trabaja. Del cómo y sin palabras, tuvo entendimiento, comprensión y mucho de sensibilidad  y afecto para quien queriendo ocultar lo evidente, hacía esfuerzos aún más dolorosos para mantener el anonimato del sufrimiento -a saber por qué motivos- .
Hablamos de la vileza del ser humano, de la maldad, del maltrato en todos sus tipos y formas, del la crueldad del dominante, así como de la capacidad de aguante y terror del ser agredido.
Hablamos de la capacidad de destrucción que tienen las personas para con los demás, para consigo mismo.
Tres semanas han pasado desde aquella conversación, y aún hoy sigo teniendo un tono azulón en la rodilla; aunque ni me duele ni  me importa. Sin embargo, se me viene a la mente el sufrimiento de mujeres como aquella que llegó llena de marcas y magulladuras externas e internas.  Golpes estos que dejan huellas mucho más dolorosas, mucho más profundas. Esas que ni pasando días, semanas, meses o años, desaparecerán. Marcas que  no se borrarán nunca.
(Chano R. Muñoz)

6 comentarios:

haideé dijo...

Yo tampoco me voy a callar... sobre todo porque viví la tortura que me ayudó a comprender la fuerza que emana del corazón.
Cuanto más hincapié se haga en el dolor y no se centre uno en salir de ´él seguiremos haciéndoles un favor a los perpetradores. Por buenas que sean las intenciones que surgen de la liberación de ese mismo dolor.
Una vez acabada la situación se ha de hacer todo lo posible, y lo imposible, para que la víctima retome el poder. Un poder que nunca se ha ido y que precisamente por ello el-los perpetradores quieren anularlo.
Es así como se ayuda no dejándonos llevar por el dolor, un dolor que se acaba una vez que uno se da cuenta de la inmensa grandeza que le alienta.

Viva la vida, vivan las ganas de vivir. Vivan las palabras que nos sacan del sufrimiento.
Para que todos los seres sintientes puedan liberarse del sufrimiento. Para que todos encuentren la paz. Todos sin excepción.

Esta es la grandeza de la liberación del sufrimiento.

Aquella que alimenta el amor nacido del perdón hacía uno mismo, y hacía los demás, por ese gran conocimiento que alcanza del ser humano que todos somos y que tanto desconocemos.

Y ya que estoy: la moderación de comentarios expresa miedo. Así pues, sigues preso de la ilusión.
Qué estas palabras salgan a la luz, por tu propio bien y por el de todos.

Un abrazo lleno de alegría y amor, para vosotros y para el mundo.

La paz es el camino.
Amar Siempre Gana -.-

PakoTomas dijo...

Precioso el poema y alucinante la fotografía. Como siempre, sendas obras de arte hechas con todo el buen gusto, desde el corazón. Si se unen una pluma sincera y una cámara sensible, la exquisitez está asegurada. Enhorabuena Chano y Chus!!!

Un abrazo, Paco Muñoz

Chano dijo...

Haidee, cuanto tiempo...! Me alegro de saber de tí, si esta entrada ha podido recordado males pasados, lo siento. Sin embargo creo que se que eres una GANADORA; de lo cual me alegro a la vez que me da aliento. Con ello demuestras que el esfuerzo, la persistencia, la capacidad de superación y el trabajo personal realizas, te ha llenado de luz.
Un abrazo desde mi ser

Haideé Iglesias dijo...

Precisamente porque no soy "ganadora" es por lo que que me he liberado. ¿Qué es lo que hay que ganar? ¿Qué es lo que hay que perder?

Es el amor el que gana, no yo. Es el amor el que gana porque siempre sabe que hacer cuando uno comprende que aferrándose al dolor sólo crea más dolor.

Es el amor a través de mi lo que se expresa. Por eso cuando hablo es porque he de hacerlo. Para que comprendamos como nos hacemos daño a nosotros mismos al ignorar lo esencial... y esto es lo que nunca muere, ni sufre, ni se puede matar.

Así pues, no me recordarse nada de eso. "Eso" es el engaño, no la luz.

En vez de centrarse en ser víctima uno descubre que es sólo una lección y que ha de comprender para salir de la trampa del engaño en el que vive, viven, vivimos. Fue cuando decidí saltar al abismo cuando todo se transformó... no porque fuera persistente... en cada momento una cosa... no hay linealidad... sólo aprender a mirar con los ojos del alma, en vez de los de la identidad. ¿Quién puede hacer daño a lo que no existe? ¿Cómo? ¿De qué modo? ¿Dónde esta eso que sufre?

Cierto, sufrí, mas precisamente por ello es porque lo que ahora sé como dejar de hacerlo y si se me escuchara todo se transformaría. Sólo con escuchar... el no escuchar es cosa del ego... y cómo se nota la diferencia entre escuchar y oír... oír es lo que mayormente se hace. Escuchar requiere de silencio, de atención al otro, pero no una atención temerosa, no , una atención límpida, no enturbiada... esta es la que te hace ver al otro sin todas sus máscaras y entonces: todo se acabó... si... tan fácil y tan difícil... tan fácil porque sólo es aprender a escuchar... y difícil porque estamos muy necesitados de ser escuchados con lo que así es como somos las víctimas de los perpetradores... en cualquier ámbito... y circunstancia...

Dime si no, porque has habilitado la moderación de comentarios. Insisto.
Estoy descubriendo que quienes la usan es porque algo tienen que ocultar... viven bajo el miedo a ser descubiertos... el miedo... esa emoción a la que se puede llamar verdugo... si, siempre con la espada lista para dejarla caer y matar... libérate de ese miedo... porque no hay nada de lo que ocultarse... NADA...

Amar Siempre Gana -.-
La paz es el camino... Y la humildad sus píes :)

Anónimo dijo...

K bonita foto y k bonitos comentarios la palabra maltrato es muy fuerte y a la vez muy dolorosa y hay ninguno se olvida se supera claro con el tiempo y hay vecew k kizas tengamos a un maltratador o maltratadora y a una maltratada o maltratado mas cerca de lo k pensamos por eso hay k mirar a nuestro alrededor y ver k no es todo tan bonito y tan claro y lo digo por experiencia propia y si supieras chano kien escribe esto pondrias el grito en el cielo. HE SIDO MALTRATASA PSICOLOGICAMENTE pero hoy por hoy con esfuerzo y mucha ayuda lo he superado

Chano dijo...

para anonimo 28/12:
No puedo más que decir que cierto es lo que apuntas, de que en cualquier lugar, ambiente o momento, podemos estar cerca,sin ser consciente de ello, de una persona maltradada o ejecutora de tal acción. Detectarlo es importante, tanto como no permitir que eso ocurra. Nadie es mejor que nadie, nadie tiene derechos sobre los demás.
Mis mejores deseos, mi apoyo y mi agradecimiento por haber "depositado" en esta entrada la situación tan dolorosa que seguro has vivido.
Con mis mejores deseo:
mil abraZos y cien esperanzas
:-)