domingo, 22 de enero de 2012

Almanaque 2012 (I)





Hacía tiempo que no nos dedicábamos un poco de éste para conversar de nuestras cosas y ponernos al día. Por eso, cuando Silvia me llamó y me propuso que nos viésemos para tomar “algo”, ajusté la agenda y quedamos un par de días más tarde. Nueve años antes, coincidimos como alumnos por vez primera en un taller de pintura al oleo, en el que me apunté para aprender esa técnica. Siempre me había gustado el dibujo, pero nunca había usado otro material que no fuese el carboncillo, la témpera o lápiz acuarelable. Desde entonces, hemos venido coincidido casi todas las semanas durante el tiempo que duraban los cursos. Primero como compañeros, luego como discípulo suyo en su propio taller.
Silvia, pinta su realista obra con una habilidad pasmosa, con una técnica portentosa y una soltura envidiable que algún día he de fotografiar y subir por aquí. Sin embargo, hace mucho tiempo que en nuestros encuentros, el tema de conversación dejó de girar entorno a los aguarrases, pinceles y pigmentos; por eso, cuando a finales de noviembre, aprovechando aquel café en el Eclén de La Línea, me transmitió una propuesta de colaboración con los chavales de Protección Civil de San Roque, para la realización de un calendario que les permitiese recaudar fondos y así poder salir del bache económico en el que se encuentran, aluciné a la vez que los OjOs se me pusieron como platos. ¿Acaso no me conocía? ¿Cómo me podía pedir algo así, con tan poco tiempo? Precisamente a mí, que me gusta fijar, cuadrar y realizar mis proyectos tan meticulosamente; a mí, que me puedo tirar todo un curso para realizar un sólo cuadro; o como en el último, que tardé tres años.

Mientras que cien quejas salían de mis labios, ella asentía para disculparme y disculpar a quienes les habían propuesto esto, de hoy para ayer, fuimos desgranando el proyecto sobre un folio, a la vez que viñeteé los primeros bocetos sobre el papel. ¡Qué iluso fui! El tiempo se nos echaría encima y casi todas las escenas que fui plasmando, se quedaron sobre aquel folio.

Una semanas más tarde, en un primer encuentro para conocer a los chavales y realizar alguna foto que me permitiese ver como se comportaban delante de la cámara, me replanteé tirar la toalla y decir que no.
Eran todos tan “yogurines”, algunos casi “petti suisses”. ¿Qué podría salir de ahí?. Sin embargo, ellos estaban ilusionados y dispuestos a llegar un poco más lejos de lo que habían llegado otros en calendarios similares que se habían hecho por estos lares. Esto, unido a la no presión y al no compromiso para la ejecución del proyecto, a los empujoncitos de mi amiga y a mi “enganche” con el botón de la cámara, difuminó mis reticencias.

La primera semana de diciembre quedé con ellos, les presenté a Nikita y a sus complementos, e hicimos la primera sesión de tres. De éstas, ya escribiré en su momento, ahora y emulando a El Papus (revista de los años 70, subtitulada por ella misma como revista satírica y neurasténica), que se permitía la licencia de tener varías portadas por tirada, dejo como botón de muestra alguna imagen no expuesta en el calendario y que, igualmente, son dignas de aparecer en él.

(texto Chano )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque diciembre no es mi mes favorito sigo diciendo que es el que mejor del calendario. Creo que si hubieras tenido más tiempo habrías plasmado más contenido. ¡Sí...sí, un calendario es un calendario! A veces la gente quiere ver ... "ya sabes" Lo que yo veo es: anonimato, inocencia, servicio, entrega, seguridad, sinceridad, disponibilidad. Para esto sólo hace falta un chaleco y unas zapatillas. Felicidades: Unas fotos bellísimas y una gente maravillosa.
MARÍA JESÚS SALAS

Chano dijo...

María JESUS, gracias por poner tu granito en mi blog, el cual se que es visitado pero poco comentado. Me alegro que tengas la visión que tienes de esta entrada, afortunadamente hay mucha gente que hace muchas cosas por los demás de forma desinteresada; y estos chavales se han prestado a ello, por lo que como tu bien dices: "una gente maravillosa", si señor. UN BEZAZO