Dentro del mundillo de los aficionados a la fotografía, una afamada marca de cámaras tuvo en su día la ocurrencia de ponerle a unos de sus costosos modelo el nombre de Mark. Y aunque no lo tengo claro, ni tampoco a ello le presto atención, me suena que tiene que ir ya por la Mark IV.
En mi caso que soy usuario de la marca que le hace la competencia a la anterior, me faltarían números romanos para añadir la cantidad de Mar por las que voy ya. Tampoco me importa ya que siempre que tengo ocasión y que ella se presta (cosa esta que como queda patente, parece no agradarle en demasía), la cazo por aquí y por allá.
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