
Hace unos días observé, que al igual que algunos animales en la naturaleza tienen la querencia de hacer una y otra vez el mismo recorrido; yo me mantenía fiel a un camino por el que suelo pasar.
Sin embargo, éste que continuamente me sorprendía con sus vistas, olores y sonidos, durante las últimas semanas se me presentaba como si se hubiese congelado en el tiempo. Inmovilizado. Siempre igual.
Al principio no le di importancia alguna; luego me preocupó.
¿Cómo podría ser que se detuviese el viento?
¿Dónde se ocultaron los sonidos?
¿Por qué dejo de oler la flor?
Ante tal situación y como cualquier animal a falta de estímulos, cambié varias veces de trayecto en busca de paisajes nuevos y charcas frescas donde repostar; para que al final, mi inconsciente sabiendo donde se encontrar cosas buenas, me llevase a buscar atajos que pasasen una y otra vez de nuevo por él.
A mi amiga de http://teagardenfoto.blogspot.com/, la descolgada; la que me anima a captar los juegos de los niños; la que con series como "I have a car… cucu" o "Face and Wood", me inspiró en la realización de esta foto que le hice a María, colgada bajo un chaparro.